Amuletos y talismanes en la historia

 

Nuestros antepasados usaban un lenguaje diferente al que empleamos ahora. La magia era innata y los rituales eran un rasgo fundamental de las sociedades pasadas. Las primeras culturas de la humanidad creyeron que eran los dioses quienes decidian el destino de la humanidad, otras veces creyeron que eran las fuerzas ocultas del submundo las que podían influir en el curso de los acontecimientos, mediante los recursos de la magia y la brujería. Ante esto, los humanos se proveyeron de amuletos, talismanes, higas, piedras, tótems…Todo aquello a lo que atribuyese la virtud de atraer los bienes terrenales y repeler las desgracias.

Hoy, los que vivimos instalados en las sociedades occidentales tenemos propensión a olvidar los conocimientos milenarios de otras culturas, aunque es cierto que si profundizamos un poco nos daremos cuenta de que tienen más influencia de la que nosotros pensamos. ¿Quién no guarda o lleva algún amuleto con el que se siente protegido, ese objeto que le da suerte?

Amuletos y talismanes han sido empleados desde el inicio de los tiempos como objetos de poder ritualizados mediante ceremonias con la finalidad de conseguir su protección. Los más primitivos tenían como finalidad ahuyentar el peligro y proteger de los malos espíritus. Estaban elaborados de manera rudimentaria con piedras, barro o colmillos de animales. En su evolución se volvieron más elaborados, fabricados con metales e inclusiones de piedras.

              

 

Amuletos y Talismanes

 

Diferencia entre Amuletos y talismanes

Amuletos: objetos mágicos protectores
Un amuleto es un objeto simple de procedencia natural (mineral, vegetal o animal) al que se le atribuyen cualidades especiales. La figura tallada en piedra de un elefante, un escarabajo, la hoja de un árbol, una pluma… son símbolos con la capacidad de alejar el mal.

En nuestra vida diaria cualquier objeto que nos transmita una sensación especial, ya sea por las circunstancias en que ha llegado a nosotrxs o por su procedencia, puede convertirse en nuestro amuleto: el anillo que heredaste de tu abuela, aquella piedra que encontraste en la playa, esa moneda extranjera que te dieron en el cambio durante un viaje…
Para que funcione tiene que llevarse siempre encima, y no necesita ser cargado, ya que, a diferencia del talismán, posee un poder inherente.

Talismanes: piezas únicas e intransferibles
Son objetos personalizados elaborados con metales, minerales… pueden llevar inscripciones, y representaciones figurativas. El talismán tiene la capacidad de proteger contra tal o cual influencia determinada y en tal o cual caso. El amuleto aporta una protección general mientras el talismán se enfoca a un fin determinado. Por definición un talismán es más especializado y preciso que un amuleto. Para que surta el efecto debe ser cargado de energía a través de un ritual, ya sea relacionado con las runas, con la Astrología…

En resumen…

-Tanto a los amuletos como a los talismanes se le atribuyen poderes, pero el talismán necesita ser cargado a través de un ritual mientras que el poder del amuleto es inherente.

-El amuleto es un objeto pequeño que se lleva encima; no es necesario en el caso del talismán.

 

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Anana de Plata

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